El término pressing suele confundirse con el de presión. Hablaremos de realizar pressing cuando realizamos una presión defensiva constante con el objetivo inmediato de recuperar el balón.
La principal diferencia con la presión es que con esta lo que buscamos es evitar la progresión del contrario.
Debemos tener en cuenta los siguientes aspectos:
- La condición física de los jugadores que vayan a realizar el pressing, pues supone un desgaste mucho mayor a cualquier otro tipo de acción colectiva.
- La condición técnica de nuestros jugadores y de los contrarios.
- El planteamiento táctico del contrario.
- El momento de la elección.
- El resultado del partido.
- El número de faltas acumuladas tanto propias como ajenas.
Podemos diferenciar tres tipos de pressing:
- Por su intensidad: pressing propiamente dicho y presión, como hemos comentado al inicio del post.
- Por el lugar de realización: en medio campo, en ¾, o en 9 m.
- Por su objeto de referencia: al hombre o al balón.
Aspectos positivos:
- Se obstaculiza continuamente al contrario.
- Se mantiene alejado el balón respecto de nuestra portería.
- Se desgasta física y mentalmente al equipo contrario.
- Se recupera rápidamente la posesión.
- Se posibilita la superioridad numérica (si hay recuperación de balón).
- Se induce al contrario a la improvisación.
- Se reduce su creatividad.
- Se le obliga a cambiar el ritmo.
Aspectos negativos:
- Requiere una gran condición física.
- Hace falta una buena profundidad de banquillo.
- Se dejan muchos espacios libres.
- No existen coberturas.